Enhorabuena , € añadidos a su Cartera Belvilla.
Saldo disponible Preguntas frecuentes
Inicie sesión y consiga 50€ en Dinero BV
Descubra esta espléndida casa de vacaciones independiente, remanso de paz del siglo XVIII, magníficamente restaurada.
Situada a 20 minutos de Montpellier y a 40 minutos de las playas, cerca del magnífico valle del Hérault, esta elegante residencia de piedra cuenta con un extenso terreno vallado y una magnífica piscina privada, abierta al campo y bordeada por una hermosa terraza de madera. Decorado con gusto, el edificio de 3 plantas ofrece un ambiente refinado y mucha intimidad.
Esta casa de vacaciones está idealmente situada para explorar la región.
La región del Grand Pic Saint-Loup es un lugar ideal para practicar senderismo, y podrá descubrirla siguiendo los caminos que la componen, para un paseo tranquilo en familia o una larga caminata con amigos, a través de paisajes naturales protegidos, panoramas mágicos y un patrimonio agrícola único basado en la vid y el olivo. Escalada, espeleología, ala delta, equitación y visitas a granjas. Cada uno se llevará su propio recuerdo de las vacaciones.
Un vigilante vive en la granja para ocuparse de la casa, es muy discreto, sólo viene por la mañana temprano y tiene su propio alojamiento con entrada independiente.
Authentic, spacious holiday villa with great surroundings. Private pool where you can relax and enjoy. The villa is quite remote. There is no WIFI in the house or near the pool. We had a good holiday week here and can recommend this house to anyone who likes a remote, peacefull place to relax and rest.
Erg rustig gelegen mooi Provençaals huis . Ideaal om uitstapjes te doen. Groot zwembad en mooi ingericht.
Op de brochure zag het huis, verbouwde boerderij, er prima uit in werkelijkheid was het geweldig en uitermate smaakvol en goed verzorgd. Alles was aanwezig, genoeg servies en genoeg bestek en linnengoed. We hebben altijd allerlei reserves bij ons maar dat was niet nodig. Het bijzondere was dat je in de totale stilte kon genieten, lezen en zwemmen en dat je in een kleine 10 minuten in een typisch Frans dorpje met dikke platanen en een fontein je kopje koffie kon drinken en je, Nederlandse, krant kon lezen. Vriendelijke mensen, heel behulpzaam. De tweede helft van de week was er altijd wel ergens een gezellige markt en Montepellier was ook maar een half uur rijden. Een aangename , ruim opgezette stad, vriendelijk en genoeg cultuur. Kortom we hebben genoten.Al met al